SIRIA
General ruso expresa su preocupación por la presencia de armas antiaéreas entre los rebeldes
Un alto general ruso ha dicho que los rebeldes sirios ahora tienen armas
antiaéreas, incluso de fabricación estadounidense Stingers.
El Gen Nikolai Makarov, citado por la agencia de noticias Interfax dijo
que el origen de los misiles tierra-aire debe ser "aclarado".
(Es decir está muy preocupado porque
los rebeldes se defienden de los bombardeos masivos y no se dejan masacrar
libremente)
Rusia es el mayor proveedor de armas a su aliado del gobierno sirio.
(Además de ello hay claras
evidencias de que también se encuentra la presencia de ‘asesores militares’ de
tal país)
Los bombardeos aéreos de ciudades controladas por los rebeldes
continuaron el miércoles, como enviado de la ONU a Siria preparado para
informar al Consejo de Seguridad sobre los esfuerzos de cesación del fuego.
.
Suministros de armas
"Tenemos información fidedigna de que los militantes sirios tienen armas
extranjeras portátiles antiaéreos de misiles, incluidos los realizados en los
EE.UU. ... hay que aclarar quién las entregó", dijo el Gen Makarov a periodistas
en Rusia.
Se han recibido informes no confirmados antes de la oposición siria de
haber montado misiles de hombro , pero
Occidente ha sido reacio a armar abiertamente a los rebeldes.
En agosto, los rebeldes sirios dijeron que habían derribado un avión de
combate cerca de la frontera con Irak.
Aviones de combate sirios han intensificado sus bombardeos de áreas
dominadas por los rebeldes en los últimos meses, sobre todo en el norte del
país. Ataques aéreos mortales son ahora hechos cotidianos en ciudades
alrededor de la ciudad de Alepo.
Imágenes recientes han surgido de los combatientes de la oposición siria
utilizando viejos soviéticos SA-7 que buscan calor misiles, que pueden destruir
un avión que vuela a hasta 14.000 pies
De fabricación estadounidense los misiles Stinger son armas antiaéreas montadas
al hombro y diseñadas para concentrar bajo vuelo aviones y helicópteros.
Una decisión de EE.UU. de suministrarlos a los muyahidines en Afganistán
en la década de 1980 para luchar contra los rusos resultó ser un punto de
inflexión en la guerra y al respecto el general se encuentra muy preocupado
porque tal hecho pueda volver a repetirse.
La ONU dice que más de 18.000 personas han muerto hasta ahora en el
levantamiento contra el gobierno de Bashar al-Assad, que comenzó en marzo de
2011, pero los activistas y grupos de oposición, la cifra más cercana a 30.000.
(Es decir, Rusia tiene miedo de
que las cosas se puedan volver a repetir como en la guerra de Afganistán. Le ha
quedado un trauma tremendo a pesar de que ahora, a diferencia de aquella época,
EEUU se proclame junto a ellos como un colaborador estrecho en derrotar conjuntamente
al fundamentalismo islámico).
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