viernes, 25 de febrero de 2011

COMUNICADO DEL EMIRATO ISLÁMICO DE AFGANISTÁN

NORTEAMERICA, NO ES MÁS UN SUPERPODER
25/02/11 - Después de la era islámica y el reinado evanescente del Sultán Salahuddin (que infligió una aplastante derrota a los cruzados europeos), el Califato Otomano fue maravilloso y sin precedentes. Salvaguardó el Islam y a los musulmanes por cuatrocientos años. Los actuales límites de los países musulmanes fueron posibles por tales acciones, gracias a su Yihad y numerosos sacrificios. Otros musulmanes fueron negligentes de esta responsabilidad. Sólo el imperio Otomano fue vigilante y cumplió con su objetivo. Pero el fraude y conspiraciones de los enemigos del Islam han contribuido a la desintegración de este glorioso Califato, causando la tragedia y la pérdida irreparable. Por un lado, los musulmanes fueron privados de su bastión político y por otra parte, perdieron su primer quibla (es decir, Jerusalén) que cayó en manos de los ocupantes sionistas. Está aún bajo su control, y los musulmanes oprimidos de Palestina se ven obligados a vivir en condiciones miserables. Durante más de un siglo, los musulmanes del mundo han sido víctimas de ataques y las invasiones de las potencias coloniales de infieles del mundo. No dejan a los musulmanes avanzar hacia la paz y la prosperidad a la luz de las normas y reglamentos de la Sagrada religión del Islam; seguir los valores islámicos y moral en sus países y aplicar las leyes de la Sharia islámica y sus principios. Esta es la razón que durante el siglo pasado toda la Umma Islámica ha estado pasando a través de disturbios colectivos sociales y angustias. El mundo presente islámico, que comprende unos 50 Estados mayores o menores, está en su mayoría bajo el control de las potencias coloniales. Ellos se han encargado de chupar la sangre de los musulmanes y han capacitado a decenas de Karzais entre los musulmanes para salvaguardar a sus intereses maliciosos. El renacimiento del Islam en nuestra patria fue intolerable para ellos. El colonialismo estadounidense no podría aceptar que la vela del Islam siguiese ardiendo aquí; que las diferencias linguales, étnicas y nacionales deberían llegar a su fin y que la nación afgana suprimida y miserable se fusionara en una fuerza central y unificada. Completa de este pensamiento malintencionado, América y Europa aliados decidieron atacar Afganistán desde áreas lejanas. Ellos unieron a las fuerzas del mundo no musulmanas e invadieron Afganistán. Esta invasión que tuvo lugar desde el aire y sobre el terreno fue la marcha más grande de su tipo. Fue acompañado por la guerra de propaganda, invasión económica y política en tanto que no se limita sólo a la invasión militar. A continuación, observadores dijeron que era la guerra entre los más débiles y los más fuertes con un gran desequilibrio de poder entre ellos. Los observadores predijeron que América asfixiaría la vida del pueblo afgano pobre y el Afganistán nunca perdería para siempre la bendición de la libertad. La nación afgana se verá privada del espíritu del Islam y la independencia. Pero fue contra la voluntad de Alá el Todopoderoso. En su lugar, Su voluntad fue que la historia de Afganistán debe seguir siendo plagada de amor de la fe, la valentía y el heroísmo. Fue la voluntad de Alá que Estados Unidos y sus títeres fuesen devaluados y deshonrados en tanto que la historia futura de Afganistán será convertida en espléndida con Gloria sino que también traerá una inspiración de independencia y libertad a todos los pueblos oprimidos y comunidades del siglo XXI. Sí, por la voluntad y el apoyo de Alá, América no es más una super potencia; en su lugar es un Estado en descenso. En general, podemos decir que ella no es más la América como era antes de 2001. Afortunadamente, se ha planteado hoy no sólo en Afganistán, sino en todas las tierras oprimidas del mundo, el amanecer de la libertad. Atrás quedaron los días cuando de este a oeste se produjo un gran alboroto y tumulto por la invasión estadounidense. Ahora ha llegado el día que Estados Unidos ha caído en su orgullo y está tratando desesperadamente de huir. Así que en estos momentos los afganos están dando la buena noticia a todos las naciones oprimidas que América no es más como era. Ella está en el borde del descenso y desglose. Está muy cerca de caer en su orgullo y de que se derrumbe la estatua de su tiranía. Y nunca ello será una tarea difícil para Alá.

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