lunes, 12 de abril de 2010

REPORTE QUINCENAL DE LA AGENCIA KALI-YUGA (11/04/10)

LA UNIÓN ENTRE LA TIERRA Y EL MAR

La primera semana de abril ha concluido con una serie de hechos sumamente importantes para el desarrollo del rumbo de la actual guerra de civilizaciones, los que pasaremos a reseñar aquí. Podría decirse al respecto, como una primera aproximación al tema que, luego de lo acontecido con los atentados de Moscú y las secuelas de los mismos que se explicarán, la brújula de tal conflicto ha pasado a dirigirse esta vez abiertamente hacia los territorios de lo que componía la ex Unión Soviética.

A) Revolución popular en Kyrguistán
Suspendidos hasta nuevo aviso los bombardeos inteligentes
Antes de explicar lo acontecido en esta república del Asia Central en donde una rebelión popular terminara con el derrocamiento de su gobierno, hagamos una breve puesta de situación del problema.
Kyrguistán es un país de mayoría islámica que formara parte primeramente del imperio zarista y luego del comunista durante la casi totalidad del siglo pasado llegando a independizarse en 1991 tras la disolución de la Unión Soviética. Tal como aconteciera con la mayoría de los países que llegaron repentinamente a tal situación inesperada de independencia, éstos se encontraron de golpe con no contar con una clase política preparada para administrar las cosas del Estado por lo que muchas veces fueron antiguos miembros de la nomenklatura bolchevique de segunda línea los que, lavándose un poco el rostro, pasaron a ocupar las funciones del gobierno. Fue así como en este caso el poder terminó en manos de un ex miembro del partido comunista, Bikyshev, quien se destacó por mantener vínculos estrechos con lo que ahora es la Federación Rusa, es decir la heredera más pequeña y consumida de lo que había sido la antigua URSS. Destaquemos también que este país, al ser además tradicionalmente pobre, dependía más que cualquier otro del régimen de Moscú, siendo por mucho tiempo un simple satélite del mismo, pero una situación imprevista, la guerra de Afganistán, hizo cambiar de repente la situación. Con la venia de Moscú, luego del 11S y la inminente invasión a Afganistán, se permitió instalar aquí una base aérea de EEUU, en Manas, desde donde se enviaron los contingentes de paracaidistas que desembarcaron en aquel país para ocuparlo. La base iba a ser desmantelada, pero sucedió que al producirse al año siguiente la contraofensiva talibán, el gobierno norteamericano se encontró con la necesidad de mantenerla. A todo esto Moscú que tiene también una base en Kirguistán, en la localidad de Kant, presionó al gobierno de Byschek para que les rescindiese el contrato. Ello no porque hubiese querido beneficiar a los talibanes que siguen siendo sus principales enemigos, sino porque quieren ser ellos los dueños de la situación en dicha guerra y temen que, con la excusa de la misma, aumente la influencia de EEUU en la región. La población que es de origen musulmán y que en su inmensa mayoría simpatiza con la causa de los talibanes comenzó a presionar también para que se fueran los norteamericanos, pero el premier Byschek que como buen comunista pensaba mucho en la economía, especialmente si es la propia, llegó a un acuerdo con éstos triplicándoles el precio del alquiler. Se ha sabido luego que junto a tal acto de corrupción, pues la mayoría de tal aumento fue a parar a sus bolsillos, cometió muchos otros en un país que se encuentra entre los más pobres del planeta. Esta situación hizo que en forma espontánea el pueblo, cansado de tal situación, se levantara en contra de tal régimen y, luego de una revuelta popular de más de 100 muertos, lograra la expulsión del ex comunista proclamando un nuevo gobierno que entre sus primeras medidas sostiene el cierre de la base yanqui responsable de los bombardeos inteligentes al vecino Afganistán. Se ha dicho que Rusia ha estado detrás del movimiento en la medida que ha sido el primer país en reconocer el nuevo gobierno. No cabe duda de que Moscú intentará sacar partido del hecho y el reconocimiento del nuevo régimen apoyado por el pueblo es una medida al respecto, pero no puede inferirse a partir de allí que la revolución haya sido promovida por tal país. En realidad a Moscú le interesa tanto como a Washington la derrota del régimen talibán, lo que sucede es que quiere tener un protagonismo decisivo y que tal contienda no siga quedando bajo la hegemonía de éste. De todos modos podemos decir que la caída de Byshek ha beneficiado sin duda alguna a la causa talibán y por extensión al pueblo afgano pues por un tiempo, hasta que EEUU encuentre un nuevo lugar adecuado desde donde poder bombardear la población podrá vivir tranquila.

b) El Tratado de Praga

Mar y Tierra unidos
Dijimos en nuestro anterior reporte que los atentados de Moscú iban a acelerar los tiempos en la actual guerra. Los mismos han tenido estos efectos inmediatos en la política interna rusa. Su actual presidente Mevedyev, el delfín de Putin, cambió de repente su fisonomía de banquero de saco y corbata y endosó la misma vestimenta de combate de su predecesor ex KGB, una camisa negra de miliciano. Viajó inesperadamente a la república de Dagestán de donde eran las dos viudas negras inmoladas en los atentados. Ese mismo día la insurgencia hizo volar la sede central de la policía en la capital de tal país. Se percibe en el mismo territorio ruso que las imprecaciones de Putin y Medvedyev en contra del ‘terrorismo internacional’, término que comenzaron a utilizar a partir del 11/S para calificar al movimiento de ciudadanos que lucha por su independencia en los países del Cáucaso, no hacía mella en la población y que ésta opinaba que el principal responsable de tales atentados era el mismo Putin por la matanza indiscriminada que había hecho de ciudadanos del Cáucaso. Esta situación de desesperación respecto de la continuidad de dicho régimen oligárquico, repudiado por la inmensa mayoría del pueblo, ha hecho que en los últimos días se acelerara el acercamiento con los EEUU. Luego de haber respaldado a Washington en sus reclamos al régimen iraní de que suspenda su programa nuclear, en la semana que concluye acaba de firmar con Obama un histórico tratado sobre el tema en la ciudad de Praga por el cual se suspende de aquí en más la producción de dichas armas por parte de las dos principales potencias, se garantiza recíprocamente que las mismas quedarán aseguradas para estrictas medidas de control en lugares altamente vigilados. Queda claro que en todo esto existe, más que un anhelo por la conquista de la paz, el miedo que produce hoy en día la aparición en escena de un nuevo protagonista en la política mundial, es decir de un verdadero enemigo de los dos adversarios en permanente conflicto de liderazgo. El miedo es que el fundamentalismo islámico que ha demostrado no temerle absolutamente a nada pueda, aprovechando una carrera armamentista, apropiarse de alguna de las bombas a través de la existencia de algún vendedor de armas poco escrupuloso y una explosión de tal tipo en Nueva York o en Moscú sería un camino sin retorno, especialmente que EEUU ya les ha dado motivos más que suficientes como para hacerlo con su reciente aplicación de bombas de uranio en Fallujah (Irak) y en Kunduz (Afganistán) con las actuales secuelas de deformaciones genéticas (ver foto). El miedo pues no es sonso y quedan en el camino para siempre los adeptos de las calenturientas teorías geopolíticas al servicio del sistema. El imperio del mar y del agua se han por fin unido ante un enemigo común, el verdadero*.

c) Decapitan al gobierno polaco

Por si faltara algo para coronar la victoria fundamentalista de la pasada semana digamos que en el día de ayer, sábado, en un accidente aéreo en territorio ruso, murió prácticamente la plana mayor del gobierno polaco, desde su primer ministro, el gemelo Kazinsky, hasta su jefe de las fuerzas armadas, es decir 135 integrantes de la élite de mando en tal país. Recordemos que tal gobierno se ha destacado por su carácter sumamente genuflexo a los fines de los EEUU. Es uno de los que más soldados ha enviado a Afganistán y que no se ha mostrado reacio como otros en incrementar sus tropas. Además ha prestado su territorio para que en la localidad de Szymany exista una cárcel secreta de la CIA en donde con plena libertad se tortura a los prisioneros fundamentalistas. El accidente se produjo en ocasión de que los integrantes del gobierno se dirigían a la localidad de Katyn para rendir un homenaje a los 20.000 oficiales polacos masacrados por el ejército bolchevique hace 70 años. Posiblemente los muertos se habrían revolcado en sus tumbas de haber sido homenajeados por quienes hoy han sucumbido al mismo poder que ayer los asesinó. Polonia luego de tal matanza se acostumbró a servir, primero lo hizo con los rusos, hoy lo hace con los norteamericanos. A primera vista queda descartado aquí el atentado, pero lo que sí se puede decir es que si no lo hubo esta vez fue Allah el que dio una manito.


· Con nosotros suele disputar una postura calificada como eurasiana, en tanto hace la apología de Rusia y del tirano Putin como adalides de una utopía denominada Eurasia (hay una revista que lleva este nombre dirigida por un tal Tiberio Graziani que en Europa se ha hecho pregonera de tal idea y que suele tener sus adeptos en Chile y en la Argentina, en este último caso especialmente entre sectores peronistas). La misma, inspirándose en Karl Schmitt respecto del atávico antagonismo que existiría desde siempre entre dos tipos de imperio, el del mar y el de la tierra, hoy representados el primero por EEUU y el segundo por Rusia (ellos esperan que también se le sume Europa), reduce la historia a una pretendida lucha de tal tipo en modo tal que cualquier acción que se efectuara tendría que obedecer forzosamente a tal dialéctica que se estaría condenado a padecer. Según ellos, en tanto el sujeto es una simple mediación y no un hacedor efectivo de la historia, las acciones del 11/S no podrían haber sido efectuadas por alguna persona en particular o institución no estatal, sino forzosamente por alguno de estos imperios, de allí la famosa teoría del montaje. Estamos ansiosos por escuchar las explicaciones respecto de por qué el mar y la tierra, al firmar tal tratado, han terminado uniéndose en contra de un enemigo común, al que quizás no sea descabellado, siguiendo con tales calificaciones, llamarlo como el imperio del aire, en tanto no tiene como los otros dos a la economía como destino.

Walter Preziosi
10/04/10

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